Vita brevis, ars longa.

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miércoles, 19 de mayo de 2010

martes, 11 de mayo de 2010

Chavela Vargas - Luz de luna

Porque ésto, también es arte.

lunes, 10 de mayo de 2010

HUMANISTAS III. LEONARDO DA VINCI.

HUMANISTAS II. TOMÁS MORO.

HUMANISTAS I. ERASMO DE ROTTERDAM

Como no, uno de los míos. Gran humanista del norte: Erasmo de Rotterdam.

PINTORAS II: SOPHIE ANDERSON.

Sophie Gengembre Anderson, nacida en París en 1823 y muerta en Falmouth, Cornwall en 1903, fue una artista británica cuya obra ha sido clasificado como perteneciente al movimiento prerrafaelista.

Hija de un arquitecto parisino, Charles A.C. Gengembre, y de una madre nativa de Inglaterra, recibió estudios sobre la pintura de retratos del Barón von Steuben en París. A causa del estallido de las revoluciones de 1848, marchó a Cincinnati, Ohio, en Estados Unidos, donde contrajo matrimonio con el también pintor británico Walter Anderson. En 1854 se mudó a Inglaterra, y en 1855 exhibió sus cuadros en la Royal Academy de Londres. Su obra se basa en retratos de niños.


PINTORAS II. PINTORAS PRERRAFAELISTAS.

Uniendo las dos nuevas series dedicamos este post a las pintoras prerrafaelistas.

Pintoras I.Frida Kahlo

No queremos dejar pasar la oportunidad y empezamos nuestra serie dedicada a las PINTORAS a lo largo de la historia. El arte no sólo es cosa de hombres, como todo en esta vida. Y para empezar una de las pintoras favoritas del humilde Umanista: Frida Kahlo.



Nació en Coyoacán, al sur de la Ciudad de México, el 6 de julio del 1907. A pesar de ello, Frida decía haber nacido en 1910, año del inicio de la Revolución mexicana: "Nací con la Revolución", porque quería que su vida comenzara con el México moderno. Este detalle nos muestra su singular personalidad, caracterizada desde su infancia por un profundo sentido de la independencia y la rebeldía contra los hábitos sociales y morales ordinarios, movida por la pasión y la sensualidad. Orgullosa de su patria y de su tradición cultural, se enfrentó a la reinante penetración de las costumbres estadounidenses, todo ello mezclado con un peculiar sentido del humor.

Frida fue la tercera hija de Guillermo Kahlo (Wilhelm Kahlo), fotógrafo de origen germano-húngaro, de religión judía con su segunda esposa, la mexicana Matilde Calderón, de ascendencia española.Sus dos hermanas mayores fueron Matilde y Adriana; después de ellas nació el único hijo varón de la familia, el cual sobrevivió apenas unos días. Cuando Frida tenía apenas once meses, en junio de 1908 nace su hermana menor, Cristina, su constante compañera y la única de las hermanas Kahlo en dejar descendencia. Además de ellas, Frida tuvo tres medio-hermanas mayores: Luisa, la mayor, una segunda hermana fallecida nada más nacer y Margarita, todas nacidas del primer matrimonio de su padre con María Cardeña (llamada también Cerdeña en algunas fuentes), fallecida en el parto de Margarita en 1898.

De acuerdo al estudio de Gaby Franger y Rainer Huhle formaba parte de la leyenda, no pocas veces instigada por la propia Frida, que Guillermo Kahlo tuviera raíces húngaras o judías. Estos autores sostienen que probablemente el fotógrafo nació en Pforzheim, pequeña ciudad del estado de Baden-Wurtemberg y que sus abuelos y resto de antepasados pertenecieron a la burguesía local y eran de religión luterana.

Su vida quedó marcada por el sufrimiento físico que comenzó con la poliomielitis que contrajo en 1913 y continuó con diversas enfermedades, lesiones, accidentes y operaciones. Esta primera enfermedad le dejó una secuela permanente: la pierna derecha mucho más delgada que la izquierda.

En 1922 entró en la Escuela Nacional Preparatoria de Ciudad de México, la más prestigiosa institución educativa de México, la cual empezaba por primera vez a admitir chicas como alumnas. Allí sus travesuras la convirtieron en la cabecilla de un grupo mayoritariamente formado por chicos rebeldes con los que realizó innumerables trastadas en la escuela teniendo generalmente como víctimas a sus profesores. Fue precisamente en esta escuela donde entraría en contacto con su futuro marido, el conocido muralista mexicano Diego Rivera, a quien le había sido encargado pintar un mural en el auditorio de la escuela.


Graffiti dedicado a Frida Kahlo en Los Ángeles.En 1925 aprendió la técnica del grabado con Fernando Fernández Domínguez. El 17 de septiembre de ese mismo año un accidente de tranvía la dejó con lesiones permanentes debido a que su columna vertebral quedó fracturada y casi rota, así como diversas costillas, cuello y la pelvis, su pie derecho se dislocó, su hombro se descoyuntó y un pasamanos le atravesó el vientre, introduciéndosele por el costado izquierdo. La medicina de su tiempo la torturó con operaciones quirúrgicas (32 a lo largo de su vida), corsés de distintos tipos y diversos mecanismos de "estiramiento".

El aburrimiento que le provocaba su postración la llevó a empezar a pintar: en 1926, todavía en su convalecencia, pintó su primer autorretrato, el primero de una larga serie en la cual expresará los eventos de su vida y sus reacciones emocionales ante los mismos. La mayoría de sus pinturas las realizará estirada en su cama y en el baño. Sin embargo su gran fuerza y energía por vivir le permitieron una importante recuperación.

Tras esa recuperación, que le devolvió la capacidad de caminar, una amiga íntima la introdujo en los ambientes artísticos de México donde se encontraban, entre otros, la conocida fotógrafa, artista y comunista Tina Modotti y el futuro marido de Frida, Diego Rivera.

La artista contrajo matrimonio con Rivera el 21 de agosto de 1929. Su relación consistió en amor, aventuras con otras personas, vínculo creativo, odio y un divorcio en 1939 que solamente duró un año.

Poco después de su divorcio con Diego Rivera, Frida Kahlo terminó un autorretrato constituido de dos personalidades: Las Dos Fridas. Con este cuadro, asimila la crisis marital, a través de la separación entre la Frida en traje de tehuana, el favorito de Diego, y la otra Frida, de raíces europeas, la que existió antes de su encuentro con él. Los corazones de las dos mujeres están conectados uno al otro por una vena, la parte europea rechazada de Frida Kahlo amenaza con perder toda su sangre.

Al matrimonio lo llegaron a llamar la unión entre un elefante y una paloma, pues Diego era enorme y obeso mientras que ella era pequeña y delgada. Por otra parte; Frida, debido a sus lesiones, nunca pudo tener hijos, cosa que tardó muchos años en aceptar.

A pesar de las aventuras de Diego con otras mujeres (que llegaron a incluir a la propia hermana de la pintora), ayudó a Frida en muchos aspectos. Él fue quien le sugirió a Frida que vistiera con el traje tradicional mexicano consistente en largos vestidos de colores y joyería exótica. Esto, junto a su semblante cejijunto, se convirtió en su imagen de marca. Él amaba su pintura y fue también su mayor admirador. Frida, a cambio, fue la mayor crítica de Diego.


Frida Kahlo con Malu Block y Diego Rivera.La creciente reputación de Rivera en los Estados Unidos los llevó entre 1931 y 1934 a pasar la mayor parte del tiempo en Nueva York y Detroit.

Entre 1937 y 1939 el revolucionario ucraniano León Trotsky vivió exiliado en su casa de Coyoacán junto a su mujer. Allí tendrá un romance con el líder comunista para, tras su asesinato a manos del miembro de la NKVD estalinista Ramón Mercader, ser acusada como autora del mismo. Esto la llevó a estar arrestada pero finalmente fue dejada en libertad al igual que su marido.

En 1938 el poeta y ensayista del surrealismo André Bretón califica su obra de surrealista en un ensayo que escribe para la exposición de Kahlo en la galería Julien Levy de Nueva York. No obstante, ella misma declara más tarde: "Creían que yo era surrealista, pero no lo era. Nunca pinté mis sueños. Pinté mi propia realidad".

En 1939 expone en París en la galería Renón et Collea gracias a Bretón. Su estancia en la capital francesa la llevó a relacionarse con el pintor malagueño Picasso y a aparecer en la portada del Vogue francés. Por entonces Frida era conocida en el mundo entero. A partir de 1943 dio clases en la escuela La Esmeralda del México D.F.


La Casa Azul, Museo Frida Kahlo.En la primavera de 1953 la Galería de Arte Contemporáneo de esta misma ciudad le organizó, por primera vez, una importante exposición. La salud de Frida era muy mala por entonces y los médicos le prohibieron el asistir a la misma. Minutos después de que todos los invitados se encontraran en el interior de la galería se empezaron a oír sirenas desde el exterior. La muchedumbre enloquecida se dirigió al exterior, allí estaba una ambulancia acompañada de una escolta en motocicleta. Frida Kahlo había sido llevada a su exposición en una cama de hospital. Los fotógrafos y los periodistas se quedaron impresionados. Ella fue colocada en el centro de la galería. La multitud fue a saludarla. Frida contó chistes, cantó y bebió la tarde entera. La exhibición había sido un rotundo éxito.

Ese mismo año le tuvieron que amputar la pierna por debajo de la rodilla debido a una infección de gangrena. Esto la sumió en una gran depresión que la llevó a intentar el suicidio en un par de ocasiones. Durante ese tiempo, debido a que no podía hacer mucho, escribía poemas en sus diarios, la mayoría relacionados con el dolor y remordimiento.

Murió en Coyoacán el 13 de julio de 1954. No se realizó ninguna autopsia. Fue velada en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México y su féretro fue cubierto con la bandera del Partido Comunista mexicano, un hecho que fue muy criticado por toda la prensa nacional. Su cuerpo fue incinerado y sus cenizas las alberga la Casa Azul de Coyoacán, lugar que la vio nacer.

Las últimas palabras en su diario fueron: "Espero alegre la salida y espero no volver jamás".

A los cuatro años de su muerte, la Casa Azul se convirtió en el Museo Frida Kahlo.

Su familia sigue siendo una presencia en el mundo artístico hasta la fecha, la actriz y cantante Dulce María es su gran sobrina nieta.

También varios museos le han dedicado retrospectivas: el Instituto Nacional de Bellas Artes del ciudad de México (1977), el Museo de Arte Contemporáneo de Chicago (1980), la Whitechapel de Londres (1982), la Tate Modern de Londres (2007), el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (2007), y el Museo Nacional de Bogotá, Colombia (2009).



PINTURA PRERRAFAELISTA DEL SIGLO XIX (I)

Con este video iniciamos una nueva serie centrada en el prerrafaelismo. Buena música a un inmejorable acompañamiento visual

Homenaje a Caravaggio en Roma en el 4º centenario de su muerte

viernes, 7 de mayo de 2010

Paisajes VI. Bartolome Esteban Murillo

Uno de los grandes pintores españoles que quizo a nuestro Siglo de Oro grande en el terreno cultural.
Hemos seleccionado de ArteHistoria la siguiente biografía:

Bartolomé Esteban Murillo es quizá el pintor que mejor define el Barroco español. Nació en Sevilla, donde pasó la mayor parte de su vida, en 1617. La fecha exacta de su nacimiento nos es desconocida pero debió ser en los últimos días del año ya que fue bautizado el 1 de enero de 1618 en la iglesia de la Magdalena. La costumbre en la Edad Moderna era bautizar al neonato a los pocos días del nacimiento por lo que los especialistas se inclinan a pensar en esta posibilidad. Su padre era un cirujano barbero llamado Gaspar Esteban y su madre se llamaba María Pérez Murillo, siendo este último apellido materno el elegido por el artista para darse a conocer en el mundo artístico sevillano. Constituían una familia numerosa y el pequeño Bartolomé era el hijo número catorce. La situación económica de la familia era bastante aceptable y el futuro pintor se criaría sin estrecheces. Pero en cuestión de un año fallece el padre (1627) y la madre (1628) por lo que el joven Bartolomé pasará al cuidado de su hermana Ana, casada con un barbero cirujano de nombre Juan Agustín de Lagares. Las relaciones entre los cuñados serían muy buenas, tal y como atestigua que Murillo fuera designado albacea testamentario por su cuñado.No disponemos de más datos hasta que en 1633 firma un documento en el que declara su intención de emigrar al Nuevo Mundo. El viaje lo realizaría con su hermana María, su cuñado el doctor Gerónimo Díaz de Pavía y su primo Bartolomé Pérez. Pero el dicho viaje nunca se produciría y Murillo inicia su aprendizaje artístico con Juan del Castillo, en cuyo taller permanecerá cinco años. Palomino dice que Del Castillo era tío de Murillo aunque no podemos asegurarlo categóricamente; posiblemente existiera entre ambos algún parentesco y esto pesó a la hora de hacer la elección. Del Castillo no era un artista de primera fila pero sus trabajos eran respetados en el ambiente artístico sevillano y tenía un buen número de encargos, colaborando Alonso Cano en el taller.Los primeros cuadros de Murillo están muy influidos por el estilo del maestro como se puede apreciar en la Virgen del Rosario con santo Domingo. El estilo de Cano apenas se puede apreciar en estas obras, posiblemente porque el granadino dedicaba más tiempo a la escultura.En 1645 Murillo recibe su primer encargo de importancia. Se trata de la serie de trece lienzos para el Claustro Chico del convento de San Francisco en Sevilla. En estas obras muestra una notable influencia de Van Dyck, Tiziano y Rubens, lo que hace pensar a algunos en un posible viaje a Madrid, apoyándose en los datos aportados por Palomino y Ceán Bermúdez. No existe base documental para apoyar esta teoría por lo que si realizó el viaje a la Corte quedó en el más absoluto anonimato.Este año de 1645 será de gran importancia para el artista porque se casa el 26 de febrero. La elegida se llamaba Beatriz Cabrera y Villalobos, joven sevillana de 22 años, vecina de la parroquia de la Magdalena donde se celebró el enlace. En los 18 años que duró el matrimonio tuvieron una amplia descendencia: un total de nueve hijos.El éxito alcanzado con la serie del Claustro Chico -al aportar un estilo más novedoso que los veteranos Herrera el Viejo o Zurbarán- motivará el aumento del número de encargos. Por ello en 1646 ingresa en su taller un joven aprendiz llamado Manuel Campos al tiempo que debe buscar una casa más amplia para organizar un taller. Se traslada a la calle Corral del Rey donde sufrió la terrible epidemia de peste que asoló la zona de Andalucía -y en especial Sevilla- en 1649. La mitad de la población de la capital perdió la vida y entre los muertos debemos contar a los cuatro pequeños hijos del matrimonio Murillo.La crisis económica que vive la ciudad no impide que los encargos continúen a buen ritmo, siendo uno de los más importantes el enorme lienzo de la Inmaculada Concepción para la iglesia de los Franciscanos, llamada "La Grande" por su tamaño.En 1658 se traslada a Madrid donde es muy probable que conociese a Velázquez, quien le pondría en contacto con las colecciones reales donde tomaría contacto con la pintura flamenca y veneciana. Alonso Cano, Zurbarán y los artistas madrileños de esta generación también pudieron ser visitados por el sevillano pero no existen documentos que nos lo aseguren. A finales de 1658 Murillo está de nuevo en Sevilla, apareciendo como vecino de la parroquia de Santa Cruz donde permaneció hasta 1663 que se trasladaría a la de San Bartolomé.Los numerosos encargos que recibía le permitían disfrutar de una saneada economía, complementando estos ingresos con las rentas de sus propiedades urbanas en Sevilla y las de su mujer en el pueblo de Pilas. Tenía tres aprendices en el taller y una esclava que colaboraba en las tareas del hogar.El 11 de enero de 1660 funda una Academia de Dibujo en Sevilla, en colaboración con Francisco de Herrera el Mozo. Los dos artistas compartieron la presidencia durante el primer año de funcionamiento de esta escuela en la que los aprendices y los artistas se reunían para estudiar y dibujar del natural, por lo que se contrataron modelos. La presidencia de la Academia será abandonada por Murillo en 1663, siendo sustituido por Juan de Valdés Leal.Precisamente será en 1663 cuando Murillo quede viudo al fallecer su esposa como consecuencia del último parto. De los nueve hijos sólo sobrevivían en aquel momento cuatro: Francisca María, José, Gabriel y Gaspar. Gabriel partió para América en 1677 y los tres restantes siguieron la carrera religiosa, llegando Gaspar a ser canónigo de la catedral sevillana.El periodo más fecundo de Murillo se inicia en 1665 con el encargo de los lienzos para Santa María la Blanca -el Sueño del Patricio y el Patricio relatando su sueño al papa Liberio- con lo que consiguió aumentar su fama y recibir un amplio número de encargos: las pinturas del retablo mayor y las capillas laterales de la iglesia de los capuchinos de Sevilla y las pinturas de la Sala Capitular de la catedral sevillana.Ese mismo año de 1665 Murillo ingresa en la Cofradía de la Santa Caridad lo que le permitió realizar uno de sus trabajos más interesantes: la decoración del templo del Hospital de la Caridad de Sevilla, encargo realizado por don Miguel de Mañara, un gran amigo del artista. La fama alcanzada por Murillo se extenderá por todo el país, llegando a la corte madrileña donde, según cuenta Palomino, el propio rey Carlos II invitó a Murillo a asentarse en Madrid. El artista rechazó el ofrecimiento alegando razones de edad.En 1681 Murillo aparece documentado en su nueva residencia de la parroquia de Santa Cruz. Allí recibió el último encargo: las pinturas para el retablo de la iglesia del convento capuchino de Santa Catalina de Cádiz. Cuando trabajaba en esta encargo sufrió una caída al estar pintando las partes superiores del cuadro principal. A consecuencia de la caída, algunos meses más tarde, falleció el 3 de abril de 1682, de manera repentina ya que no llegó a acabar de dictar su testamento. En él pide que se le entierre en la parroquia de Santa Cruz y que se digan unas misas por su alma, nombrando como albaceas a su hijo Gaspar Esteban, don Justino de Neve y Pedro Núñez de Villavicencio. Los herederos de la pequeña fortuna acumulada serían sus hijos Gaspar y Gabriel.Según su primer biógrafo, Sandrart, en el entierro de Murillo hubo una gran concurrencia de público y el féretro fue portado por dos marqueses y cuatro caballeros. Siguiendo el testamento, fue enterrado en una capilla de la iglesia de Santa Cruz, templo que fue destruido por las tropas francesas en 1811. Una placa colocada en la plaza de Santa Cruz en 1858 señala el lugar aproximado donde reposan los restos del gran artista sevillano.Dos elementos clave en la obra de Murillo serán la luz y el color. En sus primeros trabajos emplea una luz uniforme, sin apenas recurrir a los contrastes. Este estilo cambia en la década de 1640 cuando trabaja en el claustro de San Francisco donde se aprecia un marcado acento tenebrista, muy influenciado por Zurbarán y Ribera. Esta estilo se mantendrá hasta 1655, momento en el que Murillo asimila la manera de trabajar de Herrera el Mozo, con sus transparencias y juegos de contraluces, tomados de Van Dyck, Rubens y la escuela veneciana. Otra de las características de este nuevo estilo será el empleo de sutiles gradaciones lumínicas con las que consigue crear una sensacional perspectiva aérea, acompañada del empleo de tonalidades transparentes y efectos luminosos resplandecientes. El empleo de una pincelada suelta y ligera define claramente esta etapa.Las obras de Murillo alcanzaron gran popularidad y durante el Romanticismo se hicieron numerosas copias, que fueron vendidas como auténticos "Murillos" a los extranjeros que visitaban España.


Dentro de su obra encontramos estos dos magnificos paisajes, estudios metódicos de la naturaleza de enrome realismo.





La Madonna escondida de Rafael.

Leyendo el diario Público, hemos hallado una interesante noticia:



"El retrato que ven abajo ha sido atribuido a Rafael por expertos de arte italiano. La obra estaba almacenada en un palacio ducal desde los años 70. En esa época, creían que se trataba de una copia del siglo XVII de una pintura de la escuela del artista. No obstante, Mario Scalini, un asesor de arte, cree que en realidad se trata de una versión temprana de un cuadro famoso, La Madonna de la Perla, que se encuentra en el Museo del Prado."




Cada vez que que aparece una noticia de este tipo, que nos muestran nuevos hallazgos en el mundo del arte, sentimos una enorme alegría. Aún hay tesoros esperando ser descubiertos, testimonios de un tiempos pasados que nos ayudan a comprendernos mejor.

"El País", por su parte, también se hace eco de la noticia, ampliándola:

"Expertos italianos encuentran un nuevo cuadro de Rafael en los archivos de un museo
La obrita yació abandonada con su marco suntuoso en un almacén de la Galería Estense de Módena.

A veces pasa: la copia era el original. Y lo que todos pensaban que era el original, era en realidad la copia. Los análisis realizados en los laboratorios de Florencia Art-Test han certificado "el milagro". Un delicado "retrato de mujer", que fue considerado durante décadas una copia apañada en el siglo XVII a partir de la célebre Virgen de la perla, atribuida a Rafael y expuesta en el Museo del Prado, era realmente un fragmento original pintado por el genio de Urbino poco antes de morir.

La obrita yació abandonada con su marco suntuoso en un almacén de la Galería Estense de Módena durante largos años; ahora, gracias a la intuición del superintendente interino de la ciudad, Mario Scalini, que apreció varios elementos "troppo rafaelescos como para que fuera una mera copia", la tecnología ha confirmado el hallazgo: la mano del 'divino' Rafael pintó esa cara dulce, rosada y vagamente sensual que parece de porcelana.

El rostro, pintado sobre una tabla de 35 x 30 centímetros, es según Scalini un fragmento de una versión inicial de la Madonna della Perla, y Rafael lo pintó entre 1518 y el año de su muerte, 1520.

El erudito ha explicado que el primer indicio que le hizo pensar que ese primerísimo plano era algo más que un duplicado fue el "finísimo" trazo del dibujo. "Aunque lo que me puso sobre el camino cierto fue el marco, un soberbia pieza de museo del siglo XVI que nunca se habría utilizado si la pintura hubiese sido de poca calidad".

La restauradora Lisa Venerosi, coordinadora de los análisis científicos, descubrió que la pintura fue retocada varias veces entre el XVII y el XIX, lo que indica que fue "muy valorada" en el pasado. Las pruebas efectuadas en Art-Test (técnica óptica no invasiva con rayos ultravioleta, infrarrojos y radiografías de alta definición) han permitido obtener "un diagnóstico amplio y certero", explica Luciano Marras, uno de los dos socios de este laboratorio privado florentino.

Los análisis han revelado que las restauraciones "endulzaron el óvalo de la mujer para hacerla más afín a los gustos de las sucesivas épocas, y han permitido "hallar el dibujo original de Rafael, que encuadró la cabeza de la virgen dentro de un triángulo", explica Marras.

"Las pruebas han costado pocos miles de euros y un solo día de trabajo", añade. "No hemos tocado la pintura pero ha sido una gran satisfacción certificar la autoría". Su estudio, abierto desde 2006, 'resucitó' también hace unos meses un San Jerónimo de Caravaggio, en poder de un coleccionista maltés, en el que muy pocos expertos creían.

Scalini ha bautizado el cuadro del Sanzio como la Perla de Módena tras cotejar que en el inventario de la Quadreria Estense del Palacio Ducal (la galería de arte de la familia Este), elaborado en 1663, figuraba un "retrato de mujer" atribuido a Rafael que nunca se encontró y debería ser éste.

La investigación ha concluido también que, a la muerte de Rafael, su discípulo Giulio Romano retocó la pintura. "De hecho", concluye Scalini, "la tabla es un fragmento que sobrevivió de la primera versión de la Perla del Prado, que muchos expertos atribuyen hoy a Romano y no a Rafael". Scalini ha dicho hoy a Il Corriere Della Sera que el día 27 presentará la obra en Módena y que después el superintendente viajará a Madrid para pedir a El Prado en préstamo La virgen de la perla con el fin de exponer las dos obras juntas.

Considerado el mejor pintor de la historia, Rafael fue descrito por Vassari como modesto, bueno, excelente y gracioso "no solo en el arte sino también en las costumbres". Su epitafio en pareado, debido a Pietro Bembo, fue esculpido en latín sobre la tumba del Sanzio en el Panteón de Roma, y dice, más o menos, esto: "Aquí yace aquel famoso Rafael, del cual la naturaleza temió ser conquistada mientras él vivió, y cuando murió creyó morir con él".

Paisajes V. Lorenzo Costa "El Viejo"

Lorenzo Costa (Ferrara, 1460 – Mantua, 5 de marzo de 1535) fue un pintor renacentista italiano. Aunque nació en Ferrara, su actividad artística la desarrolló en la ciudad de Bolonia.

En 1483 pintó su famosa Virgen con el Niño y la familia Bentivoglio, y otros frescos en los muros de la Capilla Bentivoglio de San Maggiore. En 1509 marchó a Mantua, donde trabajó para el marqués Francesco Gonzaga. La muerte le sorprendió allí

Sus hijos, Ippolito Costa y Girolamo Costa, también fueron pintores, así como el hijo de Girolamo, Lorenzo Costa el Joven (1537 - 1583).

Fue gran amigo de su colega Francesco Francia, que recibió una gran influencia en su estilo de Costa. Alumnos y colaboradores suyos fueron Cosimo Tura, Dosso Dossi, Ludovico Mazzolino y Niccolò Pisano (1470 - 1538).

En cuanto a los paisajes de este pintor, aún no tienen la entidad propia del género, son meros complementos de la representación principal. Podemos ver como se pueden observar de fondo elementos de la naturaleza, como sirven como mero telón decorativo a temas religiosos, mitológicos o retratos. Son paisajes muy idealizados, lejos del realismo de años posteriores y sin apenas perspectiva. Muestran una cierta inociencia en su elaboración y resaltan los colores vivos y cálidos.

Atribuido a Lorenzo Costa, en este retrato de un cardenal en su estudio observamos el paisaje a través de una ventana.




"Los argonautas", paisaje idealizado, sin perspectiva con alguna desproporción



"Isabella d'Este en el reino del Amor", muestra de paisaje alegórico, alejado de la realidad.



Como en el anterior, en "El reino de la poesía y el amor", vemos las ruinas y una naturaleza alejada de modelos reales.



En esta "Sagrada Familia", como en el caso anterior del cardenal, el paisaje aparece a través de un ventanal al fondo, dando la sensación de profundidad en el cuadro.

Paisajes IV. Velázquez y Villa Médicis.

Estando, hace ya unos cuantos años, en clase de Historia del Arte en C.O.U., la única clase que despertaba mi interés por si misma, la profesora nos explicó la vida y obra de Velázquez. Una de las dia positivas utilizadas para tal fin fue la "Vista del jardín de la Villa Médicis en Roma", frente a las obras más conocidas este paisaje pasó un poco desapercibido, teníamos que centrarnos en el examen de Selectividad y no había tiempo que perder en recreaciones, dudas u otra distracción cualquiera.
Dos años después, en la Facultad de Filosofía y Letras de Cádiz, concretamente en la asignatura de Arte Español Moderno, volví a ver este paisaje, esta vez con más tiempo y mejor explicado, supe entonces que este cuadro fue pintado en el primer viaje de Velázquez a Italia y que fue ha sido precursor de los paisajes impresionistas del XIX. Desde aquí no podía dejar de homenajear uno de mis cuadros favoritos, una de esas obras que gustan y no se sabe muy bien por qué; simplemente gustan, es algo instintivo.
Una muestra de uno de mis paisajes favoritos y del otro paisaje pintado también en Villa Médicis por Velázquez durante su primer viaje a Italia, complemento perfecto para mi gusto y que podría estar observando durante horas.

Vista del jardín de la Villa Médicis en Roma



Vista del jardín de la villa Medicea

El paisaje en los Siglos XIX y XX



Continuación de la historia del paisajismo, ahora el siglo XIX y XX.

Evolucion del paisaje renacentista y barroco



Excelente video sobre la evolución del paisaje durante el Renacimiento y el Barroco. Conciso, claro y muy bien explicado.

Paisajes III.Jan Josephsz van Goyen.

Paisajista por excelencia, dentro de la escuela holandesa del Barroco, los paisajes de van Goyen tiene la mágia especial de la pintura del Norte europeo, donde los paisajes tienen una gran fuerza y parecen ventanas al pasado.

En cuanto a su biografía Wikipedia nos dice qie nació en Leyden. Estudió en su ciudad natal y en Haarlem, donde fue discípulo de Van de Velde. Hacia 1631 se trasladó a La Haya, donde fue director del gremio de pintores en 1640.

Desarrolló una manera muy personal de tratar los temas, acentuando la perspectiva y la iluminación y envolviendo sus paisajes en una melancólica atmósfera de grises y verdes. Fue un pionero del paisaje naturalista en la Holanda del siglo XVII y ejerció una considerable influencia sobre la pintura holandesa de su país, sobre todo a través de sus discípulos y de los artistas contemporáneos a éstos. Como principal representante de la etapa tonal de la pintura paisajística holandesa, Van Goyen centró su atención en los diferentes matices utilizados para el cielo y la atmósfera.

Se han catalogado más de mil obras, entre ellas: Paisaje (c.1636, Museo del Prado, Madrid, España), Paisaje con dos robles (1641, Rijksmuseum, Ámsterdam, Holanda) y Paisaje invernal con figuras en el hielo (1643, Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid.

Por otro lado, en la página ArteHistoria, completamos esta información:


Van Goyen fue uno de los primeros en orientar a la escuela paisajista holandesa por la vía del naturalismo. Se formó en el taller de Jan van Swanenburgh en Leiden, desplazándose a Haarlem donde frecuentó el taller de Esaías van de Velde, cuyas influencias se aprecian en sus primeros trabajos. Fue suegro de Jan Steen, y trabajó con Pieter de Molijn y Van Ruisdael. Algunos de sus paisajes tienden a una monocromía estricta, lo cual no casa con el estilo Barroco, por lo que se pensó que estaban deteriorados. Otro rasgo por el que se diferencia del resto de los paisajistas holandeses es que sitúa la acción humana en un lejano fondo, en lugar de en el primer plano. La monocromía de su estilo corresponde a la llamada Fase Tonal del barroco holandés, que también se dejó sentir en los cuadros de otros autores, como el ya citado Ruisdael, o en Vermeer de Delft. Van Goyen utilizaba gamas ocres, marrones y grises, con destellos de rojos, azules o verdes, que llaman la atención del espectador sobre detalles especiales de sus paisajes. Éstos son de los primeros paisajes holandeses en captar efectos atmosféricos de nubes y reflejos brumosos. Sus vistas suelen extenderse sobre amplias llanuras de horizontes bajos, y ostentan los mismos motivos repetidos en todas sus composiciones. Esto ha hecho pensar que Van Goyen trabajaba a partir de apuntes realizados del natural durante excursiones y que luego reutilizaba en su taller. Su obra es de una lírica única dentro del panorama holandés, muy similar a la de Ruisdael.

Incluimos un enlace con el Museo Thyssen para apreciar algunas de sus obras.

http://www.museothyssen.org/thyssen/ficha_artista/242

NOTA: Aunque en este post encontramos algunos ejemplos de paisajes con mar, las marinas de este mismo autor formaran parte de otra serie dedicada exclusivamente a los paisajes con mar, costa o playa.

Mostramos aquí algunos cuadros de este autor que podemos encontrar en Ciudad de la pintura:
















Paisajes II. José de Ribera "el Españoleto".


Continuamos nuestra serie de paisajes con otro genial pintor español de nuestro Barroco: José de Ribera ; pintor tenebrista español del siglo XVII, también conocido como Giusepe de Ribera o con su nombre italianizado: Giuseppe Ribera. Fue apodado por sus contemporáneos Lo Spagnoletto, «el españolito», por su baja estatura y porque reivindicaba sus orígenes firmando sus obras como «Jusepe de Ribera, español» o «setabense» (de Játiva). Ribera es un pintor destacado de la escuela española, aunque su obra se hizo íntegramente en Italia y de hecho, no se conocen ejemplos seguros de sus inicios en España.
Siguiendo la información de Wikipedia, que prometemos contrastar, diremos que:
Se cree que José de Ribera inició su aprendizaje con Francisco Ribalta, que tenía un taller muy frecuentado; pero al no conocerse obras de esta etapa, tal deducción es difícil de comprobar.

Ribera decidió marchar a Italia y seguir las huellas de Caravaggio. Así inició con unos 17 años (¿1608?) su viaje, primero al norte, a Cremona, Milán y a Parma, para ir luego a Roma, donde el artista conoció tanto la pintura clasicista de Reni y Ludovico Carracci como el áspero tenebrismo que desarrollaban los caravagistas holandeses residentes en la ciudad.

Finalmente, Ribera decidió instalarse en Nápoles, acaso al intuir que allí captaría una mayor clientela. En el verano de 1616 desembarcó Ribera en la famosa metrópoli a la sombra del Vesubio. Pronto se asentó en la casa del anciano pintor Giovanni Bernardino Azzolini, pintor que entonces no era muy conocido, al cual se atribuye una obra en la iglesia de Sant'Antonio al Seggio en Aversa: La coronación de la Virgen entre los santos Andrés y Pedro. Sólo tres meses después se casó Ribera con la hija de Azzolini, de dieciséis años de edad.

Había acabado su viaje, pero comenzaba el apogeo de su arte. En pocos años, José de Ribera, al que llamaron lo Spagnoletto, adquirió fama europea, gracias en gran parte a sus grabados; se sabe que incluso Rembrandt los tenía.

El uso del dramatismo de Caravaggio fue su punto fuerte. Inició una intensa producción que lo mantuvo alejado de su España, a donde nunca regresó, pero se sintió unido a su país gracias a que Nápoles era un virreinato español y punto de encuentro entre dos culturas figurativas, la ibérica y la italiana. Se cuenta que cuando preguntaron a Ribera por qué no regresaba a su país, él contestó: «En Nápoles me siento bien apreciado y pagado, por lo que sigo el adagio tan conocido: quien está bien, que no cambie». Y explicó: «Mi gran deseo es volver a España, pero hombres sabios me han dicho que allí se pierde el respeto a los artistas cuando están presentes, pues España es madre amantísima para los forasteros y madrastra cruel para sus hijos».

El apoyo de los virreyes y de otros altos cargos de origen español explica que sus obras llegasen en abundancia a la Península Ibérica; actualmente el Museo del Prado posee más de cuarenta cuadros suyos. Ya en vida era famoso en su tierra natal y prueba de ello es que Velázquez le visitó en Nápoles en 1630.

La fusión de influencias italianas y españolas dio lugar a obras como el Sileno Ebro (1626, hoy en Capodimonte) y El martirio de san Andrés (1628, en el Museo de Bellas Artes de Budapest). Comenzó entonces la rivalidad entre Ribera y el otro gran protagonista del siglo XVII napolitano, Massimo Stanzione.

En siglos posteriores, la apreciación del arte de Ribera se vio condicionada por una leyenda negra que le presentaba como un pintor fúnebre y desagradable, que pintaba obsesivamente temas de martirios con un verismo truculento. Un escritor afirmó que «Ribera empapaba el pincel en la sangre de los santos». Esta idea equivocada se impuso en los siglos XVIII y XIX, en parte por escritores extranjeros que no conocieron toda su producción. En realidad, Ribera evolucionó del tenebrismo inicial a un estilo más luminoso y ecléctico, con influencias del renacimiento veneciano y de la escultura antigua, y supo plasmar con igual acierto lo bello y lo terrible.

Su gama de colores se aclaró en la década de 1630, por influencia de Van Dyck y otros pintores, y a pesar de serios problemas de salud en la década siguiente, continuó produciendo obras importantes hasta su muerte.

José de Ribera está sepultado en la iglesia de Santa María del Parto en el barrio Mergellina de Nápoles.

Como ejemplo de su obra paisajística mostramo dos cuadros magníficos: "Paisaje con pastor" y "Paisaje con fortín" por este orden, en los que se puede sentir el aire puro que envuelve la escena.


Paisjes I. Ignacio de Iriarte.

El paisajismo fue considerado un género menor dentro de la pintura, ocupando siempre un plano secundario o complementario de escenas mitológicas- religiosas y retratos. Poco a poco, el género paisajísitco ha ido ganando la suficiente entidad para convertirse en un objeto estudio autónomo dentro de la pintura.
Con esta serie, pretendemos dar un visión de los paisajes y paisajistas que plasmaron un mundo pasado, real, ficticio o alegórico, que sirve para recordarnos la fuerza y belleza latentes en la Naturaleza: la más bella obra de arte. Rescataremos autores y obras y admiraremos aquellos más conocidos, por el simple hecho de deleitarnos con y en el Arte.
Iniciamos nuestra serie con el pintor vasco afincado en Sevilla en época barroca, Ignacio de Iriarte. En Wikipedia (muy a nuestro pesar), hemos localizado algunos datos biográficos del artista:
Ignacio de Iriarte (1621-1670) fue un pintor barroco español establecido en Sevilla donde se especializó en la pintura de paisajes.

Nacido en Azcoitia (Guipúzcoa), se desconocen sus primeros pasos en la pintura hasta que, hacia 1642, decidió trasladarse a Sevilla formándose en el taller de Francisco Herrera el Viejo. Allí llegó a dominar el uso de los colores, pero nunca llegó a desenvolverse bien con la figura humana, por lo que determinó dedicarse con preferencia a los paisajes, alentado por la presencia en la ciudad de una colonia de comerciantes nórdicos de gustos burgueses. Con ellos llegaría a obtener gran fama, hasta el punto de que, según Antonio Palomino, Murillo afirmaba que los hacía «por inspiración divina».

En 1646 casó con Doña Francisca de Chaves en Aracena, muerta prematuramente. De vuelta en Sevilla contrajo nuevo matrimonio en 1649. Fue miembro fundador de la Academia de Sevilla y su primer secretario en 1660 y, de nuevo, de 1667 a 1669. En ella rivalizó con Bartolomé Esteban Murillo, con quien también en alguna ocasión pudo colaborar. Murió en Sevilla en 1670, siendo enterrado en la capilla del Sagrario de la catedral.

Las obras seguras del pintor, aparte de una modesta Inmaculada firmada en 1664 en la colección March, se reducen a dos paisajes, uno puro, en la colección de los duques de Alba, firmado en 1660, y el Paisaje con pastores del Museo Nacional del Prado, de 1665, a partir de los cuales ha sido posible asignarle otros paisajes de naturaleza pujante, aunque interpretada a partir de grabados y en ocasiones con figuras trabajadas con cierto descuido, entre los que se encuentran los conservados en los museos de Bilbao y del Hermitage, así como dos dibujos firmados en el Louvre.


En la magnifica página de "Ciudad de la Pintura", hallamos ejemplos de su obra:








En posteriores entregas, retomaremos la obra de este autor, ampliando, incluso este post si fuese necesario. Por ahora un pequeño homenje para conjurar el olvido e inaugurar este nuevo blog.